viernes, 1 de octubre de 2010

Ensayo N°2 - Recorregido

El famoso Bicentenario


Hace unos días, Chile celebró su bicentenario, y para conmemorar tan magno evento, se decretó feriado nacional los días 17 y 20 de septiembre, ambos con carácter obligatorio. Precisamente por ésta medida, fue que se desarrolló una gran polémica en torno a la conveniencia y legitimidad de esta decisión. Estudios han demostrado que el 20% de las ventas de supermercados y hasta el 25% de los ingresos de los malls, se realizan los días domingo. Cada día feriado, tiene un costo de $100.000 millones, y ésta celebración, costó aproximadamente $500.000 millones. Por lo anteriormente señalado, el decretar feriados los días 17 y 20 no fue una medida conveniente para nuestro país.


En primer lugar, estamos en un año de crisis, donde fuimos azotados por un terremoto en febrero pasado, y por lo mismo, el país necesita reactivar su economía, y así, las regiones más afectadas, como la séptima y la octava, puedan volver a su ritmo normal de trabajo y más aún, las familias puedan estar más estables económicamente. Por lo tanto, el tener tantos feriados significó grandes pérdidas monetarias para el país, lo cual, no favoreció en absoluto su economía y con mayor énfasis, la de éstas regiones.


Otra razón por la cual no fue conveniente, fue el desabastecimiento de la población, al cerrar los supermercados por tres días, impidiendo que los consumidores se abastezcan de alimentos durante el fin de semana. Además, uno tiende a pensar que todos los chilenos tienen la capacidad de realizar sus compras antes del festivo, pero la realidad fue otra, y estudios comprobaron que cerca de un 60% de nuestros compatriotas fueron al supermercado el día jueves 16, ya que ese día, recibieron sus aguinaldos.


Pero para fortalecer los vínculos y favorecer el reencuentro con los seres queridos, la medida decretada fue conveniente, ya que permitió que todos los chilenos disfrutaran y celebraran éste bicentenario, sin la típica excusa de “tengo que ir a trabajar”; incluso para aquellos que viven en las zonas afectadas por el terremoto, fueron cuatro días de alegría y distracción, y por lo tanto, se resaltó la identidad nacional. Los chilenos se sintieron parte de la historia e hicieron suyo este bicentenario. Sin embargo, éstas ventajas no fueron suficientes para apaciguar las pérdidas económicas que se generaron, ni tampoco los problemas de desabastecimiento que presentó el país durante estos días.


Finalmente los días festivos, económicamente hablando, no fueron tan beneficiosos, debido a las grandes pérdidas que éstos significaron para la economía nacional. Sin embargo, también fueron convenientes, ya que propiciaron momentos de distracción y encuentro familiar para muchos, pudiendo celebrar como corresponde el bicentenario. En síntesis, es necesario crear instancias para que los chilenos se sientan identificados con la historia del país y además, disfruten con la familia, pero hay otras formas de lograr esto, sin decretar 4 días feriados.

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